Aloreña: variedad principal del centro y sur de Málaga. Tiene un tiempo de maduración medio y se adereza principalmente en verde. Sus frutos son redondos y tiernos y es muy apreciada por la calidad de su pulpa. También se le conoce como “Arola” y “Manzanilla de los Ranchos”.
Verdial: muy típica de la zona de Badajoz y Cáceres, aunque también la encontramos en el sureste de Málaga y en la zona del Aljarafe sevillano y de Huelva. Tamaño grande, forma ovoidal y asimétrica y fruto muy apreciado por su elevado contenido graso. Deben su nombre a que se mantienen verdes aún maduras.
Arbequina: variedad que se localiza en Cataluña, también difundida en Aragón y, recientemente, en Andalucía. Es el fruto de menor tamaño de todos y se le conoce también como “Arbequín” y “Blancal”. Los frutos son ricos en aceite de gran calidad, aunque también puede encontrarse para mesa.
Empeltre: variedad predominante en Aragón y Baleares. También se ha difundido en Castellón, Tarragona y Navarra. El fruto es alargado y asimétrico, más abultado en la punta. Su maduración es temprana y tiene una tonalidad negra azabache. También se le conoce como “Aragonesa”, “Fina” o ”Mallorquina”. A esta variedad le afectan las heladas, madura temprano y presenta una productividad elevada y constante.
Mollar: Es una variedad que se cultiva en el levante español, sobre todo en Murcia. Se destina casi siempre a mesa y suele consumirse en verde. También conocida como “Ciezana” o “Mollar de Cieza”.
Morona: Cultivada en la provincia de Sevilla, sobre todo en la comarca de Morón de la Frontera, de donde ha tomado el nombre. Sus frutos se destinan a mesa para su aderezo en verde. Se la conoce también como “Manzanilla de Morón”.